miércoles, 21 de noviembre de 2007

Pato-to Pan y Agua






¿Qué pasó con la mascota de la Selección: Charoná?
-No meta el dedo en el ventilador... ¡Cállese!
-No empiece con misterios y vaya al grano.
-La historia es muy compleja porque están investigando el tema a nivel de la Asociación porque hubo un colado el pasado domingo, que dejó muy mal parada a la empresa Tenfield S.A. con el sponsor de la Selección.
-Cuente, cuente. ¿La Selección tiene ahora dos mascotas?
-Nooo. El Tano Gutiérrez tiene una calentura de novela porque la gente de Charoná protestó porque el domingo pasado, antes de empezar el partido contra Ecuador, quiso ingresar al campo de juego el indiecito para arengar al público. Hete aquí que, en la Platea Olímpica, estaba el Pato Celeste esperando el momento más oportuno para dar el zarpazo y colarse en el campo de juego. En un determinado momento, el Pato que demostró ser más ágil que el indiecito, saltó el alambrado perimetral en la Platea Olímpica y se metió a la cancha...
-Lo vi, lo vi, la gente lo aplaudía.
-Es cierto pero los aplausos del público al Pato Celeste dejaron muy mal parado al Tano Gutiérrez con la gente de Charoná que garpó varios miles de dólares para que éste fuera la mascota de la Selección y no pudo ingresar al campo de juego... Y el Pato, que sabe que la gente lo quiere más que al indio, les metió un gol de media cancha. Saltó desde la Olímpica, se escondió primero detrás de la publicidad estática y luego que se sintió seguro de sus desplazamientos invadió el campo de juego y festejó al final del partido...
-¿Pero quién le dio la entrada?
-Esto es de replay; el Pato Celeste entró al Centenario con una entrada que le dieron allegados a Tenfield S.A. Era para la Platea Olímpica. El lugar ideal para que el Pato se colara. Cuando los policías se colocaron para escuchar el Himno Nacional haciendo la venia, el Pato se les coló y no pudieron reaccionar... Pero lo insólito del caso es que desde dentro del campo de juego, utilizó el teléfono público que está sobre el sector de la Olímpica con la Colombes...
-¿Cómo?
-Como acaba de escucharlo... El Pato Celeste no sólo se coló sino que utilizó el teléfono público que está dentro de la cancha...
-¿Y a quién llamaba?
-Esto es para infartarse... Una de las llamadas fue para un amigo que estaba en un Palco Vip mirando el partido. ¿Sabe para qué lo llamó? Para decirle que se le había complicado la convivencia dentro de la cancha. Que le habían colocado a dos policías a su costado para que no se moviera. El veedor del partido, el brasileño Ildo Nejar, estaba recontra caliente con el Pato Celeste y pidió que lo retiraran. Hete aquí que al final lo convencieron que si el Pato era retirado por la Policía, el público iba a reaccionar en contra de la autoridad pública porque la mascota tiene un feeling especial con la hinchada. ¿Conclusión? El Pato Celeste se coló, vio el partido desde adentro de la cancha junto con los reporteros gráficos, con custodia policial personal y, para no aburrirse, utilizó el teléfono público que está dentro de la cancha para protestar por la estricta marcación personal que le estaban haciendo los efectivos del orden.
-Esto sólo pasa en el Uruguay, ¿no?
-Pasa en cualquier lado e incluso en las Olimpíadas. ¿Acaso usted no vio lo que le hicieron al atleta brasileño en la Maratón? Estas cosas suceden porque los imponderables no se pueden controlar.
Además, el Pato Celeste tiene una diferencia a su favor: es una mascota ganadora. En dos de los tres partidos que jugó Uruguay en el Centenario ganó, Charoná perdió dos y sólo ganó uno.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

(H) el arte de ser pato


Manos frias?...pata caliente!

martes, 6 de noviembre de 2007

Otras formas


"...algunas especies (en particular las domésticas) han perdido en gran medida la capacidad de volar debido al aumento de su masa corporal respecto a la superficie de sustentación aerodinámica que proporciona la envergadura de las alas"

Hay días en los que remontar barriletes parece imposible, me gustan esos días porque me hacen pensar mil formas. Te amo.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Borrando, escribiendo y borrando nuevamente


Siento que este blog avanza hacia nuevos rumbos con renovadas intenciones. Te lei. Y como cada vez que lo hago, busco encontrarte y encontrarme en tus palabras. Sabes?. Cada vez que escribo cumplo ciertos rituales propios de un ceremonial. Me apronto en la silla, prendo un cigarrillo y abro un documento nuevo en el Word. Ahí es cuando me detengo y busco en mi, aquello que sentí segundo antes cuando te leía. Una vez dijiste, todo es efímero. No creo que sea efímero aquello que siento mientras te leo, pero indudablemente estoy aprendiendo a escribirlo. Acá estoy, borrando, escribiendo y borrando nuevamente para seguir buscando. Digo esto y me acuerdo de aquellas charlas interminables por chat donde el encanto estaba en esa búsqueda. Paso mucho tiempo, algunas cosas permanecen igual, otras se fueron, pero muchas otras cambiaron al tiempo que crecieron y se desarrollaron. Antes no nos alcanzaban largas horas de tipeo, hoy no nos alcanzan los mimos, los besos ni las horas juntos (a la cuenta de telefono me remito). Tengo ganas de estar con vos, de disfrutar e inventar infinitos espacios y tiempos donde encontrarnos. Los disfruto todos, cada uno con su particularidad. Hoy estamos acá, dos patos en asociación libre, me gusta. Mañana nos vemos, me gusta mas.

El tesoro interior


A orillas de una de las lagunas situadas en el extremo sur de la provincia de Santa Fe, vivían, entre otros seres vivos, una variada comunidad de patos. Algunos eran de plumaje dorado, tan brillante como el oro. Se destacaban en la comunidad, no solo por su apariencia externa, sino también por su porte, eran altaneros y arrogantes, se mantenían siempre alejados del resto, creyéndose mejores, superiores a los demás.Otros eran de plumaje gris, suave y también brillante, semejante a la plata. Eran ágiles y de vuelo rápido; vivían compitiendo con los del grupo de plumaje dorado, sin ser capaces, ambos grupos, de disfrutar del hermoso ecosistema el cual integraban. También estaban los de plumaje blanco, tan blanco como la nieve, comunes a los ojos de cualquiera, pero eran los tranquilos, los que disfrutaban del lugar. Jugaban y se divertían, las escondidas era su actividad favorita, sumergían y sacaban la cabeza varias veces del agua. Además eran buenos compañeros, se ayudaban mutuamente y se solidarizaban con los demás, si lo necesitaban. Se mostraban alegres y felices.Con el paso de los días, la convivencia entre los patos dorados y los plateados se tornaba más difícil e inhóspita. Se provocaban, molestaban y hasta, a veces, se peleaban; para demostrar supremacía, sin darse cuenta que tal actitud y rivalidad de apariencias, lo único a los que los conducían era a su propia destrucción.Mientras estos grupos perdían integrantes, los patos blancos, humildes y sencillos mantenían y hasta incrementaban el número de integrantes; disfrutaban y gozaban la vida.Cierto día de verano, caluroso y agotador, cuando el sol se mostraba dominante y arrasador, un pequeño pato blanco se acercó a otro pequeño, pero de plumaje dorado. Con la intención de invitarlo a jugar junto a sus amigos, ya que éste se situaba como espectador del entretenido chapoteo que el grupo sostenía en el agua. El pato dorado, agorrante y fanfarrón, desmereció al feliz pato blanco, sin aceptar su ofrecimiento y argumentando que no se podía unir a ellos porque eran comunes y sencillos. El patito blanco no entendió la respuesta brindada, el sostenía que sí podían jugar juntos porque ambos eran pequeños con muchas ganas de compartir y divertirse; además tenían las mismas características morfológicas: dos patas, plumas, pico y dos alas; les gustaba nadar y compartían la misma laguna.El grupo de patos de plumaje blanco, cansados de observar la rivalidad entre los patos dorados y los patos plateados, resolvieron emprender viaje hacia otra laguna cercana.Luego de varias horas de vuelo, llegaron a su nuevo hábitat, encontrándose con los habitantes de este amplio y bello ecosistema. Entre los seres vivos habían una comunidad de patos cuyo plumaje no era blanco como el de ellos, sino de un suave color amarillo. Al ver que el plumaje era diferente, creyeron que se iba a repetir la misma historia, que no serían aceptados. A los dos días de habitar la laguna, los patos blancos, experimentaron el acercamiento del grupo de patos de plumaje amarillo, produciéndose un positivo resultado, ambos grupos mostraron cualidades semejantes: compañeros, solidarios, humildes, sencillos, con ganas de disfrutar el lugar, la vida misma. Los grupos se integraron formando una única comunidad de patos, sin distinción de color, la única meta era vivir felices, ayudándose mutuamente....Algunos dicen por allí, que los patos dorados y los plateados se extinguieron, debido a la falta de compromiso con la vida. La rivalidad, la competencia y sobre todo el egoísmo, los llevó a desaparecer de la faz de la Tierra.


Moraleja: Si deseas apreciar y disfrutar la vida, no te preocupes por la apariencia física, si es rubio, blanco, moreno, pelirrojo, gordo, flaco, bajo, alto...; sino por su tesoro interior.Puede ser muy bello/ a, pero si no reina en él/ ella, la sinceridad, humildad, la solidaridad, el compromiso, el amor por el prójimo, es decir los valores, no prevalecerá, sano y feliz en la vida.



Escuela:Jose Pedroni

Provincia:Santa Fe

Autor/es:Acosta Santiago, Matkovich Fabricio, Paz Facundo, Maranzano Emanuel